sábado, 23 de agosto de 2008
Como el agua
El alma es como el agua.Muy pocas personas llegan al fondo de ésta, hasta tocarla. Cuando los afortunados consiguen palparla con la punta de los dedos la situación es tan mágica como efímera.Resalto lo de efímero, porque como todo el mundo sabe, si permaneces demasiado tiempo bajo el agua te ahogas.
viernes, 15 de agosto de 2008
Criatura
Todas las noches desde que le alcanzaba la memoria le había esperado paciente, mirando a la ventana desde la cama.
Miraba de manera fija el cielo, esperando a que ese "alguien" se apoyara en el quicio, y la invitara a volar con él.
Digo volar, porque lo único que sabía de esa criatura que nunca había visto, era que tendría alas, lo suficientemente grandes para poder llevarla lejos.
15 años después de su primer recuerdo infantil sobre esta criatura, en una noche de calor sofocante, apareció por fin lo que tanto ansiaba.
Metió primero medio cuerpo, porque su ventana siempre estaba abierta, dobló luego la alas, para introducirse mejor, y fue despacio hacia ella.
Con cariño le acarició el pelo. Se miraron mutuamente, en silencio, ella había abietro los ojos nada más oirle.
La chica, sonriendo le dijo "No".
Ambos sabían que había llegado demasiado tarde, y cuando se abrazaron para despedirse notó sorprendido algo en la espalda de la esbelta muchacha.
Después de tantos años, a ella también le habían salido las alas.
Miraba de manera fija el cielo, esperando a que ese "alguien" se apoyara en el quicio, y la invitara a volar con él.
Digo volar, porque lo único que sabía de esa criatura que nunca había visto, era que tendría alas, lo suficientemente grandes para poder llevarla lejos.
15 años después de su primer recuerdo infantil sobre esta criatura, en una noche de calor sofocante, apareció por fin lo que tanto ansiaba.
Metió primero medio cuerpo, porque su ventana siempre estaba abierta, dobló luego la alas, para introducirse mejor, y fue despacio hacia ella.
Con cariño le acarició el pelo. Se miraron mutuamente, en silencio, ella había abietro los ojos nada más oirle.
La chica, sonriendo le dijo "No".
Ambos sabían que había llegado demasiado tarde, y cuando se abrazaron para despedirse notó sorprendido algo en la espalda de la esbelta muchacha.
Después de tantos años, a ella también le habían salido las alas.
Morado
La miraba con odio mientras observaba los moratones que cubrían todo su cuerpo. Se tapaba con pequeñas rebecas, que cubrían parte de sus delgados y pequeños brazos en pleno agosto, prendas que le confeccionaba la misma que tejía también su cuerpo azulado por los golpes.
Calma pequeña, calma.
"El que hace cosas malas, tarde a temprano la paga "
Y cuando se dice eso sí misma se sonríe. Todo duele menos, y sale a jugar a la calle.
Calma pequeña, calma.
"El que hace cosas malas, tarde a temprano la paga "
Y cuando se dice eso sí misma se sonríe. Todo duele menos, y sale a jugar a la calle.
Colores
Tenía los ojos enormes de un marrón intenso.
Miró por primera vez el helado mientras notaba como se derretía en sus manos, dejándolas pegajosas.
El instinto le hizo morder aquellos colores llamativos y notó un escalofrío recorriendo sus dientes. Dolor. Lo lanzó al suelo.
Desde entonces no se fía de las cosas bonitas.
Acaban dando dentera.
Miró por primera vez el helado mientras notaba como se derretía en sus manos, dejándolas pegajosas.
El instinto le hizo morder aquellos colores llamativos y notó un escalofrío recorriendo sus dientes. Dolor. Lo lanzó al suelo.
Desde entonces no se fía de las cosas bonitas.
Acaban dando dentera.
Terroristas
Lloró tres veces en su vida.
La primera fue cuando era niño y su madre le contó la trágica historia de su patria, Palestina, y de su familia, silenciada y torturada hasta morir.
La segunda, un día que en el colegio vió el pupitre de al lado por primera vez vacío en dos años.
Ya se había acostumbrado a perder compañeros todas las semanas pero no a perderla a ella. Su otra mitad.
La tercera y la última fue antes de que una luz enorme que venía de su pecho inundara un pequeño mercadillo.
La primera fue cuando era niño y su madre le contó la trágica historia de su patria, Palestina, y de su familia, silenciada y torturada hasta morir.
La segunda, un día que en el colegio vió el pupitre de al lado por primera vez vacío en dos años.
Ya se había acostumbrado a perder compañeros todas las semanas pero no a perderla a ella. Su otra mitad.
La tercera y la última fue antes de que una luz enorme que venía de su pecho inundara un pequeño mercadillo.
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