La miraba con odio mientras observaba los moratones que cubrían todo su cuerpo. Se tapaba con pequeñas rebecas, que cubrían parte de sus delgados y pequeños brazos en pleno agosto, prendas que le confeccionaba la misma que tejía también su cuerpo azulado por los golpes.
Calma pequeña, calma.
"El que hace cosas malas, tarde a temprano la paga "
Y cuando se dice eso sí misma se sonríe. Todo duele menos, y sale a jugar a la calle.
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