Daniel deja de ser Daniel por unas maravillosas horas.
Se mira al espejo y se quiere. Sonríe mientras con el dedo índice se quita el carmín que mancha ligeramente un diente blanco, impoluto. Se pinta las cejas arqueadas, exageradamente cilíndricas y rojas pasión. Se cepilla la peluca despacio, sin deshacer los rizos cobrizos que le cubren los hombros desnudos, delgados hasta marcar sus huesos finos. El espejo en el que se reflecta es lo suficientemente pequeño para no ver lo que no quiere ver. Apenas enmarca su rostro y su cuello, si se aleja puede llegar a verse esta los hombros descubiertos por el palabra de honor de su madre. Pero cuidado, no va demasiado lejos porque un paso más atrás y el espejo le enseñará una la realidad que es tan pura que arde y deja marca.
Suena la puerta. Les oye entrar, cierra el pestillo del baño. Su corazón se acelera al ritmo de los tacones y los zapatos que golpean el parquet del piso.
“¡Daniel! ¡Daniel!” Le gritan. No responde. Fija los ojos en el pomo de la puerta que se mueve frenético. “ ¿Ya estás otra vez en el baño?”espeta su madre. Silencio incómodo. “Déjale mujer a esa edad es normal que el chaval esté metido en el baño …”Sonríe pícaro. Suena un suspiro y se alejan los pasos. Daniel no quiere ya mirarse al espejo, se le ha corrido el rímel.
5 comentarios:
escribe una novela¡¡
sirena escribe una novela¡¡
Me encanta tu forma de escribir. Daniel ya no es Daniel... muy bueno, sí.
Como dice el ordago13, escribe una novela. XD
Un besazo. :)
Me ha gustado mucho , mucho.
Cuantos Daniel se estarán escondiendo ahora mismo en el servicio...
Cuantos robarán esas prendas de ropa a su madre.
Hoy es el día contra la violencia de género..y quisiea extenderlo para convertirlo en el día contra la intolerancia...
Besos amiga sirena. Sigue así nadando libre¡¡
un tema que casi aun puedo rozarlo con los dedos...
una ejemplo corto y perfecto de algo muy grande y muy importartante.
enhorabuena linda :P
un besin
Cuántos Danieles habrá escondidos por ahí...
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